PeroJesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. –El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra. E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oirlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie.
BenedictoXVI pidió en el Angelus dominical que preside en la Plaza de San Pedro «perdón para el pecador» y también «intransigencia con el pecado».
Quetire la primera piedra. Ramón María del Valle-Inclán. Fotografía: DP. En el principio todo era claridad en la literatura. Sentimientos puros, moralinas, moralejas y amor más allá de lo concebible. La justicia poética garantizaba que el justo sería salvado y el pecador condenado a muerte, al infierno y la mayoría de las veces a ambos.
Enun mundo lleno de juicios y condenas, existe un antiguo refrán que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia imperfección: «El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra». Esta enigmática frase ha trascendido generaciones, convirtiéndose en un recordatorio de la fragilidad humana y la necesidad de compasión.
Harinade otro costal es la política europea de vacunación.. ¿Alguien cree todavía que alcanzaremos el 70 % de vacunados antes del verano? Ese sí que es el gran sinsentido de este 2021.
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el que este sin pecado tire la primera piedra
